martes, 6 de junio de 2017

REAL DUODÉCIMA

La final de la Champions fue un espectáculo de buen fútbol, Juventus venía haciendo  mejor torneo que Real Madrid y merecía alzarse con su tercera orejona, pero el fútbol no es de merecimiento es de oportunidades, lo que no quiere decir que el equipo de la capital española no ha hecho los méritos necesarios para campeonar.
Un primer tiempo de ligero dominio turinés, una Juventus que jugaba ordenado, achicaba espacios y no le dejaba tramitar su fútbol a los de Zidane, se replegaban desde arriba cuando el Real tenía la pelota, Higuaín y Dybala bajaba la media cancha para acoplar el equipo. Tal fue su defensa que el primer tiro directo a portería del Real Madrid fue en el minuto 20 (en el gol de Ronaldo), un gol que se dió en el único descuido de la Juventus, dándole a Carvajal el espacio para subir que hasta ese momento eran controlado por  Mandžukić, desde mi punto de vista fue el mejor jugador de este partido por parte del equipo italiano. Luego del gol la reacción de la Juven fue muy meritoria, metió es vertrigo con el que se debe atacar al Madrid, el mismo que demostró el Atlético en semifinales en el Calderón, comenzó a atacar al madrid con subidas de Alves, un Higuaín que la luchaba todas y un  Mandžukić que estaba a mil, fue con una genialidad de este último jugador que se logra el empate, gol como para una final de esta categoría. El primer tiempo terminó con una Juven ya echada atrás, dando el balón al Real Madrid esperando que termine tiempo, premonición de lo que se vendría en la segunda parte.
El segundo tiempo empezó distinto por parte del equipo bianconeri, dejó jugar al Real Madrid, le dio los espacios para que genere el fútbol que marca el estilo que mejor le gusta a Zidan, el de rotar la pelota sin apuros, el de  dejar de ser el Madrid de contraataque y que empieza a rotar la pelota desde la defensa; de esta manera, comenzó a aparecer la figuras de Isco y Modric (el croata el mejor jugador del Real Madrid en esta temporada, en mi opinión) que le permitieron al equipo merengue un mejor fútbol.  El Real Madrid de a pocos fue apoderándose de la posesión del balón (terminó el partido con un 56% de posesión), las subidas laterales fueron más notorias, Marcelo cada vez más cerca del área al igual que Carvajal. Por parte de la Juven la figura de Alves se fue diluyendo quizás por el tema físico - en el primer tiempo ya daba muestras pues le era difícil bajar a apoyar en la defensiva- , Higuaín bajó sus revoluciones, Dybala desaparecido y temeroso, al argentino le quedó grande el partido, le ganó la falta de experiencia. Así el Real Madrid logró 2 anotaciones en un margen de 3 minutos, que le daría una leve desesperación al equipo italiano y al español la tranquilidad y mejor control del tiempo del partido (comienza a rotar más el balón por toda la cancha) algo que sabe hacer muy bien, se suma a esta panorama favorable para el equipo merengue la expulsión - exagerada e injusta - de Cuadrado, con lo que le daría mayor espacios para que llegara el cuarto gol de la mano de un juvenil Asencio que sellaron y  dieron el festejo de la duodécima Champions League.

El partido demostró que las oportunidades hay que aprovecharlas al máximo, Juven lo tuvo en el primer tiempo  pero no logró finiquitarlas, caso contrario al Real Madrid solo le bastó 45 minutos para resaltar su jerarquía de cara a definir ocasiones de goles (a anotado en todos sus partidos de esta temporada y  a convertido 22 goles en sus último 7 partidos). Es que el fútbol no es de merecimientos, es de oportunidades y el Real Madrid aprovechó estás, un equipo especialista en  jugar y ganar finales.


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